jueves, 5 de febrero de 2015

¡O multita o bronquita!

Esta gran frase de cierta política kamikaze me vino a la cabeza al recordar mi día de ayer: ¡bronquita, sí! Así es, temblaron las paredes de la casa, y es que mi chati y yo no podemos ser todo amor continuamente, que eso cansa mucho. No, a veces tenemos que dejar salir nuestro genio. Ya sabéis, son las cosas de la convivencia, pero si vierais la chorrada que desató nuestra ira (?)... Resumiendo, que él intentó cambiar cosas de sitio, yo soy de aquellas que les dan importancia a los detalles -y más cuando ahora sin trabajo la ama de casa soy yo y me encargo de todo-, le intenté decir por qué no me parecía una buena idea y él reaccionó mal, diciéndome que siempre tengo que cuestionárselo todo.
Sí señoras, porque yo lo cuestiono absolutamente todo, desde la filosofía de la vida hasta la elección de mi champú: cuando digo todo, es todo. Eso a él, dice, le agota mucho, que siempre me tiene que dar un motivo por el que hace las cosas. Vamos, que yo soy muy analítica, todo lo que hago tiene que tener un sentido, a muerte, y él prefiere que las decisiones del día a día sean más bien aleatorias.Y eso fue, gritamos un poco, nos ignoramos un rato, yo lloré y me acosté jajaja. Ese es mi modus operandi: llorar y dormir; en serio, me quedo súper a gusto y me levanto nueva. Al final acabamos arreglándolo hablando tranquilamente, quedamos en que intenteríamos tolerarnos el uno al otro, además de controlar las reacciones histéricas que tenemos y ya está. 

Dormir, la mejor terapia que existe.
Claro, toda esta batalla ocurrió a la hora de la cena y acabé yéndome a la cama sin cenar. Es raro, porque yo siempre que me enfado o lloro tengo la necesidad de engullir cosas engorrosas, pero ayer decidí acostarme directamente para que volviese un poco la calma. El resultado de aquello se vio hoy en la báscula: 80,1kg. ¡Casi un kilo y medio menos! Vamos, yo estaba flipándolo, porque es demasiado poco. Temiendo que todo esto sea por deshidratación -no sólo a causa de las lágrimas, por mucho que yo sea de llorar como una Magdalena-, he decidido volver a trasladar el día de peso al viernes, así que hoy comeré normal, me hidrataré normal y mañana volveré a pesarme para apuntarlo aquí.
No me gusta saltarme comidas, pero ayer no fue por gusto la verdad. Fue un día regulero, al final, tras hablar con mi madre, decidí esperar un poco más para ir al médico. Básicamente porque si iba ayer, todavía con la regla, puede que la doctora me despachara rápido diciéndome que todo eso es consecuencia de la menstruación y que tomara ibuprofeno. Pasé la cita para mañana, así que a ver lo que me dice. La charla con mi madre fue productiva, que eso a ella le pasa mucho. Dice que lo más probable es que sea lumbalgia: que no haga ningún esfuerzo, procure no agacharme y que ya me sacará cita para fisio si sigo así. Me sigue doliendo y la verdad es que estoy bastante incómoda. No puedo levantar nada -ayer lo intenté y vi las estrellas- y me siento una inútil, mi novio tiene que hacerlo todo por mí, angelico. Encima le doy guerra: soy lo peor, jajaja.

¡Tengo ganas de que se acabe esto para volver a hacer mi ratito de deporte! 
Últimamente sólo hablo de sufrimiento, jajaja.
Besos.

1 voces:

Alicia Aprendiendo dijo...

Reaccionas como cualquier mujer, asi que no te preocupes ya se acostumbrará tu novio jajajaja

Cuidate y ya nos cuentas que te dice la doctora, si es lumbalgia te compadezco... me duele hasta a mi de pensarlo!!

Pero vamos a estar positivas, lo mismo es sólo dolor muscular

Ánimo campeona y nada de saltarse comidas, aunque sean por arrebatos emocionales!!

Mil besos.